Talabartero en Cabezadas y Bozalillos
José Miguel comenzó a fabricar sus propios aperos por necesidad, con escasos recursos económicos vió que con esfuerzo podría realizar este oficio a la vez que también podría ayudar a otros en su misma condición y que necesitaban este trabajo como un medio para vivir. A sus cortos 18 años la talabartería ya formó parte de su vida. En un principio no se le hacía tan fácil encontrar su propia técnica o maestría, por lo cual las críticas lo ayudaron mucho para que comenzara a observar a otros artesanos de su zona de San Javier y que llevaban años aplicando ideas propias y nuevas. También entendía que debía seguir aprendiendo y profundizando sus conocimientos. Hace un año ya que tiene su propio negocio, permitiéndole realizar diferentes artesanías con el oficio de la talabartería. Para José Miguel es un orgullo poder desarrollar este oficio y ver en sus clientes personas felices y satisfechas al recibir su trabajo.
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